Título original: Law & Order season 21
Año: 2022
País: Estados Unidos
Cadena original: NBC
Con: Anthony Anderson, Jeffrey Donovan, Camryn Manheim, Sam Waterston, Hugh Dancy, Odelya Halevi.
Reseña: Hugo C
¿Cómo están, gente? Escribo estas líneas mientras me emboco un rico café con leche y Flora y Pelusa reposan desganadamente sobre mi cama, seguramente pensando en el significado de la vida. Entretanto, en el mundo real, los cráneos de la NBC han decidido resucitar una de mis franquicias favoritas. Pero antes de continuar, explico algo que no recuerdo si ya he mencionado antes.
Suelo asignarle un puntaje a los cómics, a los libros y a las películas, pero no a las series, y esto se debe a que cada episodio es una combinación distinta de guión, actuación, producción y dirección, y no me parece justo lanzar una calificación global. Lo decente sería hacer la reseña y puntuación de cada uno de los episodios, pero carezco del tiempo y la paciencia necesarias, y además, eso significaría entregar una reseña por año, aunque, eso sí, más sería un monográfico que una reseña.
Sin embargo, en el caso de la temporada 21 de mi franquicia más requetefavoritísima de todos los tiempos, tengo que decir que los episodios son tan parejos e intercambiables que es como si fueran uno solo, y debido a esto les doy un 5/10, y de esos 5 puntitos, 4 son gracias a la nostalgia que uno siente por las temporadas anteriores, en especial aquellas que contaban con el inefable Jerry Orbach, QEPD.
Y es una temporada de apenas 10 episodios en vez de los usuales 24, pero a caballo regalado no se le miran los dientes. El afiche reza: VUELVE EL ORIGINAL. A ver, Dick Wolf sigue produciendo la serie, pero si le echamos una ojeada al reparto, veremos que de la serie original vuelven sólo dos, y uno de ellos, Anthony Anderson, sólo estuvo en la franquicia por poco más de 2 temporadas. El otro es Sam Waterston, que hasta ahora llevaba al menos 15 años con la franquicia, pero cuyos últimos dos o tres años lo habían tenido en el sillón del fiscal, un rol que apenas supone un par de minutos en pantalla, ya que el trabajo real –y por lo tanto, con más minutos de exposición– está a cargo de los fiscales asistentes. Bien hubieran podido poner uno de esos muñecos animatrónicos que tienen en Disney, ahorrarse unas monedas y de paso cuidar la salud del actor, que a sus años ya no está para estos trotes.
Así que: elenco nuevo. Ahora está Camryn Manheim como la teniente de homicidios con estreñimiento y Jeffrey Donovan como el nuevo compañero de Anthony Anderson. Si lo quieren ver reír a Donovan, les recomiendo cualquier episodio de Burn Notice, pero acá, es más fácil sacar aceite de las piedras que arrancarle una sonrisa al tipo. En cuanto a la fiscalía, ahora están Hugh Dancy y Odelya Halevi como los fiscales asistentes que se pelean hasta sacarse chispas para ver quién es más inclusivo y políticamente correcto. Eso sí, cada tanto sacan al pobre Sam Waterston del sarcófago para que diga alguna obviedad o los amenace con el despido.
Ahora se le da más importancia a las redes sociales, aunque lo que se mantiene de las temporadas anteriores es la procedencia de las historias, que suelen ser tomadas de los titulares de la prensa. Por lo tanto, que no nos extrañe si en la temporada 22 nos traen el juicio de “Chamber Beard” contra “Tommy Jepp”, o cosas similares. Eso sí, manteniendo el nivel de calidad técnica y actoral de las 20 temporadas previas.
Aclaremos, para los tres o cuatro centennials que nunca hayan visto el programa, que Law & Order no es una serie acerca de la justicia, sino acerca de la ley. Lo que quiero decir es que en algunos, o en varios, o en muchos de los episodios, los asesinos salen libres, los estafadores se le ríen en la cara al juez y los violadores quedan en libertad por un tecnicismo. Por lo tanto, suele ser aconsejable no ver esta serie esperando un final feliz.
Algunos diálogos típicos de esta temporada:
-¿Se acuerdan del preso que acaban de detener? Bueno, vamos a hacer un trato con él para que salga libre.
-¿Cómo, un trato? ¡Ese tipo se robó como 80 bebitos de la maternidad de la otra cuadra! ¡Algunos todavía no habían nacido!
-Es que con su testimonio vamos a poder agarrar al jefe de la banda de contrabandistas de palanganas.
-Ah, entonces sí.
-Y se dice “bebites”.
-DUN-DUN
-Esta chica mató a un policía que la trató de detener cuando atacaba a un civil en la calle.
-Ah, pero ella dice que le dijo “negra sucia”. Y es negra. Y es mujer.
-Listo, inocente.
-¡Pero no hay testigos! ¡Es su palabra contra la del muerto!
-Inocente. ¡El que sigue!
-DUN-DUN
Ustedes dirán: “Ja, ja, qué exagerado este Hugo”. No sé, véanse el último episodio de la temporada y después me cuentan. Como sea, la recomiendo (hasta ahí nomás) para aquellos que, como yo, sienten nostalgia por la serie original y o bien quieren hacerle el aguante a la espera de que mejore un poco, o simplemente quieran escuchar el DUN-DUN que marca cada cambio de escena. También, para quienes gusten de lo muy políticamente correcto pero no necesariamente de la justicia.
Así que ya saben, ofendiditos de la “generación de cristal”, ésta es su serie, o, mejor dicho, ésta es su temporada. Pueden estar tranquilos: ninguno de los episodios de esta encarnación de Law & Order les ofenderá en lo más mínimo. Por supuesto, quienes no gusten de estas cosas también pueden remitirse a las 20 temporadas anteriores, que, a pesar de sus altibajos, siguen siendo disfrutables.