Reseña Película: Cazador de Trolls (2010)

Título original: Trolljegeren
Año:2010
Productora: Filmkameratene
Director: André Øvredal
Guión: André Øvredal
Con: Otto Jespersen, Hans Morten Hansen, Tomas Alf Larsen, Johanna Mørck, Knut Nærum, Robert Stoltenberg y Glenn Erland Tosterud
Nacionalidad: Noruega
Clasificación: B
Nota Adicional: ganó todas las nominaciones del Festival de Sitges de ese año

Reseña: Tokio Toy

Hola de nuevo, amantes de todo lo que se sale de ese molde que llamamos “Normalidad”, Tokio Toy les saluda, transmitiendo a Todo El Universo Conocido y Reinos de Princesas Unicornio (¿qué le eché al café?) y en descacharrante MAZMORRAVISIÓN (y que me trague Shai-Hulud, sí sé de lo que hablo). En esta reseña que con gusto les traigo a nuestro Rincón Escapista Favorito (si, HTAL) me adentro en el cine, el “Found Footage”, pa’ ser exactos.

Revisando brevemente en el concepto, el “Found Footage” nace como la versión fílmica de lo que se conoce en literatura como “Manuscrito Encontrado”, empezando por el Rey Josías de Judá hallando un texto corregido del Deuteronomio (La Biblia, 2° Libro de Reyes) y continuando con otros manuscritos a lo largo de los siglos con autores como el griego Diógenes, títulos de la novela caballeresca como la saga de Amadís de Gaula e incluso en el “Ingenioso Hidalgo” de Cervantes y hasta “Frankenstein” de Mary Shelley (pa’ más detalles, Wikipedia). Su versión fílmica, caracterizada por su coste bajo, casi irrisorio, teniendo a los actores por camarógrafos, tomas de cámara ausentes de calidad hasta lo burdamente casero o de aficionado, sin “openings” ni banda sonora (hay excepciones), aunque han sido precariamente publicitados (a diferencia de los multimillonarios anuncios del demacrado Cine Comercial Actual), se ha ganado no pocas legiones de públicos, que hallan en estos curiosos metrajes (con temáticas en el Terror o la Ciencia Ficción, raramente humorístico) una singular y, ¿por qué no decirlo?, verdaderamente emocionante experiencia cinéfila, con ejemplos tan lapidarios para cuanto he dicho como la ochentera “Holocausto Caníbal” (la primera del género), “Secuestro Extraterrestre: Incidente en Lake County” (primer F.F producido en Televisión) y si, la archiconocida “Proyecto de la Bruja de Blair” y cuanto se filmó después en este género (incluyendo un episodio de “Las Chicas Superpoderosas” y una parodia de “Johnny Bravo”).

Y justo ahí, en lo que se filmó tras “Bruja de Blair”, es donde cocino esto que leen (diablos, casi olvido el perejil), pues vaya que he visto este tipo de metrajes “freaks” y no paro de emocionarme por su fingido realismo desafiante de toda lógica como “Monstruo de Cloverfield”, “JeruZalem”, “La Verdadera Historia del Cine”, la saga “Actividad Paranormal”, etc. Y es que esto que reseño me dejó en el sitio por tener ese realismo imposible a nivel de demencia visual, con todo y que era ficticio a la legua, de esas experiencias que te clavan al sillón “con clavos de 10 peniques” sin querer dejar de ver la escena y esperar la siguiente… típico de la genialidad “Found Footage”.

Así que, sin más, permítanme referir a esta joya en particular, cuyo título ya han leído nomás empezar (y no, no tiene que ver con Vinicio del Toro):

Comenzando la película, sin título ni nada, nos dicen que cuanto veremos proviene de varios discos duros hallados en lo más agreste de las montañas noruegas, cuya veracidad no ponen en duda. Se trata de un trío de estudiantes de cine que, como parte de su instrucción, hacen un reportaje sobre una misteriosa caza indiscriminada de osos en los bosques noruegos (las leyes de caza son muy estrictas allá) que preocupa y molesta a los cazadores legales. En torno a la investigación, Finn, Kalle y Johanna (los protas) conocen a Hans, un huraño cazador nada sociable, al que logran convencer de que les permita acompañarle a sus incursiones nocturnas a los bosques. Este les insta a cumplir varias especificaciones a que los protagonistas se resisten (mal pensados), pero que no les queda de otra que obedecer: lo que sea por el reportaje. Y ahí están, en medio de la noche y de un sombrío bosque noruego, burlándose de Hans mientras este se adentra en la espesura armado con un extraño rifle… hasta que varios destellos extraños, gruñidos y temblores del suelo les hacen mirar por donde se fue Hans.

Y justo ahí, empieza el grueso de la emoción del film volviéndose una montaña rusa de situaciones que desafían lo que percibíamos como “Mundo Normal”, viendo lo impensable abrirse paso a través de los árboles.

Un Troll… un enorme, tricéfalo y si, MUY peligroso Troll, que no tarda en ver a los protagonistas tras olisquear en el aire (porque si, si “huelen la sangre de los cristianos”, como en los Cuentos de Hadas) y les persigue hasta que es derrotado… y esta demencia no hace sino empezar.


“Sonríe… ¡¡¡ESTÁS EN “CÁMARA ESCONDIDA”…!!!”

Porque lógicamente, el trío protagónico apenas puede creer lo que pasó (y les persiguió), a cuyas obvias preguntas de “¿¡QUÉ %&%$% ERA ESO !?” responde Hans con lujo de detalles: “ESO” era un Troll y él (Hans) es un Cazador de Trolls, responsable de mantener a los insólitos bichejos a raya y dar cuenta de los más salvajes, perteneciendo a una organización (secreta) dependiente del gobierno noruego, que mantiene el control de toda esa fauna críptica y, ante todo, asegurarse de que hayan explicaciones razonables para la opinión pública (“no señora, que ese puente se quebrara por la mitad no fue por un cabezazo que se dio un Troll contra él, ¡Cómo se le ocurre…!”). Y si Hans les está contando todo es porque ya empezaba a estar harto de la situación, en especial su precaria situación laboral (no es broma: ni bono nocturno) y espera poder hacerlo público a “tutto mondo”, recibiendo el apoyo de los jóvenes cineastas.


“Chico, ni pa’ afeitarme: esta barba no es por dármelas de rústico”

Y no es menos el papeleo que le toca hacer (el “formulario” lo verán más abajo) con toda la alegría del mundo (alerta de sarcasmo), sino que mientras el pobre Hans garrapatea cuanto hay que llenar en las casillitas sobre el troll que les persiguió les echa el cuento pa’ que se enteran de los pormenores de lo que son las tales criaturas, cuando ya se convencieron de que son tan reales como el escozor de algunos rasguños recibidos por unos de los cineastas ( y que esos bichos debieran de estar poblando mitos y leyendas y no bosques ni paradores turísticos con visitantes a los que volver botanas) además de colaborar para que las “explicaciones razonables” hagan su efecto tranquilizador (que un bosque arrasado por un troll sea explicado como víctima de un tornado, por ejemplo… si, un tornado EN MITAD DE UNA REGIÓN BOSCOSA DE NORUEGA, hasta con fotos satelitales y todo) aunque haya momentos en que, a simple vista, no funcionen las explicaciones (pero no le faltan crédulos, para beneficio que quienes urden los engaños ) y no le falten roces con su Superior inmediato, al que Hans responde (a regañadientes) y con el que conocen como lo dirige todo para que todo incidente con Trolls sea disfrazado de otra cosa (en especial usando osos), del que el trío protagónico recibe sus asperezas y negativas a seguir filmando, cosa que no les atemoriza en lo más mínimo.


Hete aquí un Formulario para registrar la cacería del Troll: ni con la Fantasía se está lejos de la Burocracia…

Y pueden creerme, esto todavía se vuelve más retorcido, pues además de conocer el “equipo de trabajo” de Hans (su arsenal de “armas”, incluyendo un cañón improvisado para emitir rayos ultravioletas, además de las corazas picudas de su camioneta e incluso almizcle de troll para evitar que le huelan las criaturas), nos enteramos que hay varias especies de Trolls, de distintos tamaños (e igual de peludos y narigones y también peligrosos), con costumbres poco menos que de primate básico (con el intelecto de una hortaliza hervida), pero no menos salvajes, hasta incluyendo hábitos alimenticios tan singulares como carbón y piedra, aderezado de vez en cuanto con carne de todo tipo, en especial HUMANA (y con la de turistas que tiene los bosques de esta película, los trolls tienen garantizado los “tres platos” más postre y merienda…ya me dio hambre).


“Y con esto inyectamos a los que no quiere usar mascarilla” No es cierto, pero les haría falta…

El resto de la película todavía se vuelve aún más increíble (y sí, me repito más que el ajo), pues no pocas situaciones de peligro se van sucediendo, mientras Hans se debe enfrentar al rechazo de su jefe de seguir dejando filmar cuanto hace, pues considera que el mundo “no está preparado para saber esto” (lo que empeorará la situación de los protagonistas). Encima de que pasa las de Caín para sacarle algo de sangre a un Troll por unas sospechas que han tenido sobre el origen de su salvajismo desatado (yo sigo teniendo un horror nivel “La Cosa” por las inyecciones, ahora imaginen eso en una criatura tres veces el alto y largo de una camioneta familiar y con el carácter de un Rinoceronte con una Uña Encarnada), cosa que logran siguiendo tácticas sacadas de los Cuentos de Hadas (aunque Has no les considere fiables para saber de Trolls), y todo se vuelve aún más difícil cuando le ordenan a Hans hacer más investigaciones adentrándose en territorio salvaje (de Trolls), lo que causa que uno del trío protagónico (que le sigue al peligroso sitio) se vuelva parte del menú gastronómico de los bichejos (todo filmado pero sin detalles demasiado terribles). Tras llegarle un “repuesto” a los protagonistas (que es musulmán), siguen las investigaciones adentrándose más y más, hallando detalles tras detalles sobre el porqué del desmadre “trolero”.


El elenco en pleno: ¿quién creen que tenga cara de “merendable” para los Trolls?

El final no se los destripo por varias razones: 1) ¡¡¡ES EL TOP, EL CENIT, LA CUMBRE DEL “NOM PLUS ULTRA” DE FINALES DE PELÍCULA “FOUND FOOTAGE” MÁS ALUCINE QUE HAYA VISTO (bueno, para mí lo es)…!!!, con todo y que es el típico final de “se corta la filmación de improviso”, dejándolo todo en el misterio, amén de una corta y chistosa escena con el Primer Ministro Noruego, justo antes del título final y los créditos de cierre, y B) porque en serio, en serio, en serio (se repite 10 veces más) no quieren que les destripe un final que hasta le hizo un micro-tributo a la persecución “Tiranosaurio vs aterrados actores principales” en el primer “Parque Jurásico”, solo verlo e imaginar hacerlo con Pantalla Gigante y Sonido en Estéreo Envolvente basta para quedar con el corazón haciendo “Parkour” dentro del tórax.


El “Hans-Móvil” (chiste malo que quería decir, lo siento)

Sí, devotos de todo lo que tiene de “Cotidiano” lo que tenía John Lennon de calvo, “Cazador de Trolls” (cuesta menos de teclear que su título original) es todo lo que se puede querer de un “Found Footage”: escenas emocionantes, momentos de tensión, comicidad y quizás un algo de sentimentalismo, te dejas llevar por el elenco, les sigues sus pormenores de la trama que viven y te haces parte de ella, además de que el hecho de que las tomas de cámara sean todo lo improvisado que se puede esperar de este tipo de producciones, aderezándolo todo con cualquier cantidad de situaciones increíbles con buenos efectos especiales cuando el guión los pide (el “troll” más pequeño era generado por 3 millones de píxeles), además de un trabajo de edición que integra toda la parte CGI (de los más detallados y alucinantes que haya visto) a los escenarios, todo eso hace que cada escena se vea simplemente increíble.

¡¡¡DÉJENME EN PAZ, CONDENADOS PAPARAZZIS…!!!

De hecho (ojalá pudiera recordar donde lo leí), los hubo que aseguraban que aquello era 100% real, cosa normal que suele ocurrir con los “Found Footage” (le pasó a Peter Jackson, el de “El Señor de Los Anillos”), por el hecho simple de que las tomas son de aficionado, no hechos por camarógrafos profesionales, lo que le da al conjunto una existencia fílmica ante el espectador que le hacen dudar de si ve una simple película o hechos reales: la promoción de “Bruja de Blair” incluyó afiches de “Personas Desaparecidas” con su “cualquier información que logré hallarlos comuníquelos a…” incluidos, lo que le dio forma de leyenda a la aterradora película (e inspiró parodias como “Proyecto de la Bruja de Bel Air”).

No puedo sino hacer lo más obvio: recomendarles descargarla y verla (hasta pueden encontrarla en YouTube), pues vaya que les gustará un montón tal demencia filmada, como todo lo que nos muestra el género “Found”, entre otras cosas: a mí me hizo conocer el “Troll Metal”, que forma parte de la Banda Sonora, aunque solo suene un tema (y de colofón, “En la gruta del Rey de la Montaña” de Edvarg Grieg) que se puede hallar y descargar si se sabe buscar (tampoco es tan difícil), además de buscar la OST de esta película que también está en YouTube, de ahí la descargué toda, además de todo cuanto hallé del Troll Metal, que les aseguro les gustará (aunque parezca un poco “Pagan Metal” e incluso “Doom Metal”).

Y bueno, “hasta aquí nos trajo el río” por hoy, no olviden la propina al salir y dónde estacionaron el ovni en que vinieron (no me hago responsable por objetos de valor dejados dentro). Soy Tokio Toy despidiendo sus transmisiones por el día de hoy y esperando que se hallan divertido leyéndolo como yo escribiéndolo (¡ay, mis deditos!). Gracias y hasta otra demencia, amiga/os.

(Todos de pié, que ahora suena el Himno de Noruega).

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