Título original: Animosity Omnibus
Editorial: Aftershock
Año: 2021
Guion: Marguerite Bennett
Dibujo: Rafael de la Torre
Grado: C+
Reseña: Hugo C
En el mundo de Animosity, los animales no sólo han cobrado conciencia de sí, sino que además poseen un conocimiento de la gramática inglesa que no puedo menos que calificar de envidiable. La trama sigue la historia de una niña y su perro, interactuando en este brave new world en el que los choripanes y las empanadas de carne son cosa del pasado.
Y sí, es un cómic progre –en el sentido menos irritante del término–, pero no demasiado: peor hubiese sido que también los vegetales hubieran cobrado conciencia y entonces sí que el mundo estaría condenado a la inanición más absoluta.
Animosity no sólo representa el sueño de aquellos que quisieran hablar de filosofía existencial con su mascota; también es el sueño de algún que otro vegano y, por qué no, de todo aquel que, al ver una foto en Internet en la que se ven los perritos colgados de la ganchera de una carnicería caiga en la cuenta de que a) son exactamente iguales al que tiene por mascota, y b) hay países en los que se comen perritos (a veces porque no les queda otra).
En síntesis: la protagonista de la serie es una niña que tiene un perro. El perro, como todos los animales, cobra conciencia y lo primero que le dice es que la ama. El problema es que el resto de los animales (o su inmensa mayoría) no siente lo mismo hacia ella ni hacia el resto de la humanidad. Por otra parte, está la cuestión de la cadena alimentaria: ya vemos que no se puede comer más a las vaquitas, ni a las ovejitas, ni a los chanchitos; pero ahora, hasta los insectos tienen sentimientos y Pepito Grillo ha dejado de ser un dibujito animado. “¿Dónde trazamos la raya?”, le pregunta un animal a otro. “¿En las bacterias?”
Y no se trata solamente de eso. Según parece, a las abejitas de Animosity no les gusta demasiado la apicultura. Hay una interesante historia al respecto (“The Sting”), que ocupa varios números. Incluso sospecho que, aunque no se lo explicite, algo parecido sucede con las gallinas y sus huevos, y no sé si las vacas estarán muy de acuerdo con la industria láctea. Todas estas cosas enriquecen la lectura.
Sin embargo, conforme van pasando las páginas, las historias nos muestran a los animales calcando los defectos de la raza humana. ¿Siempre fueron así y ahora se ponen en evidencia? ¿Se han “contaminado” culturalmente por su trato con los humanos? ¿Tener inteligencia equivale a pensar como un humano? En los últimos números de la serie (“King of Texas”) tenemos una especie de circo romano completo con animales gladiadores, con armadura y todo. Al leerlos, no pude evitar preguntarme si a la guionista no se le estaría escapando la tortuga.
Ustedes dirán. A mí me parece un poco abrupto el final (?) de la serie en su número 28. Tal vez en algún momento la retomen, ya sea con un demoradísimo número 29 o con una nueva numeración. Sí, ya sé que a fines de 2020 hice la reseña de Animosity como un todo –es decir, hablando de la serie principal y los spin-offs–, pero bueno, en ese entonces uno hablaba de las revistitas sueltas y ahora se trata del volumen de más de 600 páginas que contiene los 28 números de la serie principal, más extras.
Y ése es básicamente el motivo de que esta recopilación reciba una puntuación más baja que las revistitas sueltas: el ómnibus omite los spin-offs y sólo presenta como complemento a la serie principal el especial del FCBD, que está bien, especialmente siendo que se trató de un tebeíllo gratuito, pero, una de dos, o se olvidaron de decir que se trata del primer volumen recopilatorio, o es el único tomo que piensan publicar y nos han dejado con las ganas de una relectura de los spin-offs. Pero bueno, a no entristecerse, que en HTAL tenemos la serie básica y las complementarias.
Va la advertencia de la reseña original: “El cómic principal es una montaña rusa: te tira una o dos escenas tiernas y conmovedoras o de humor y trascartón te impacta con momentos desgarradores y violentos, en especial si uno es un amante de los animales o alguna vez tuvo una mascotita. Y cuidadito con encariñarte demasiado con algún personaje, porque aquí cualquiera puede morir, ya sea humano, perro, gato u ornitorrinco.” Esto también se aplica a los spin-offs.
En el blog:
- Reseña: Animosity
- Animosity (serie principal – tradumaquetados)
- Animosity spin-offs (The Rise y Evolution – tradumaquetados)